Quizás si los incendios fueran de un origen natural indudable e inmanejable por los humanos; podríamos confiar en las lluvias para manejar el fuego. Hoy nos toca volver a enfrentar la triste realidad: no se previenen incendios de origen humano porque falta voluntad política y presupuesto. Mientras tanto, nuestros ecosistemas se queman.
Hablamos con Nicolás Mari, investigador del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) sede Cruz del Eje y docente en el Instituto Mario Gulich. Nicolás trabaja constantemente con el tema de incendios en la provincia y ha participado de numerosos estudios en esta rama. Junto a él, reflexionamos sobre la situación histórica y actual de Córdoba, para entender qué nos tocará enfrentar en futuros incendios, cuál es el papel del Estado dentro de esta temática, cómo afecta el cambio climático a los incendios, y algunas de las causas y consecuencias de los mismos.
Si te decimos que es el Ministerio de Seguridad de la Provincia quien aplica la Ley de Manejo del Fuego en Córdoba, ¿nos crees?
Si, a nosotros también nos sorprendió. La razón principal de la sorpresa es que la gestión de los incendios no es un problema exclusivamente de seguridad. ¿Suena normal que la Secretaría de Ambiente no esté involucrada? ¿Y el Ministerio de Agricultura?
Ya admitimos como humanidad -hace rato- que nada puede ser resuelto desde una única óptica. Aún así es clarísima la falta de coordinación en la creación de políticas estatales interdisciplinarias en esta temática. Hablamos sobre lo imprescindible de invertir fuertemente en prevención y no únicamente recordar acerca de este problema cuando tenemos el fuego en el patio trasero de casa.
Nicolás nos contaba sobre la realidad que se vive fuera de los meses de incendios. Para empezar, no hay políticas de prevención durante el año. Es evidente la falta de inversión en capacitaciones, monitoreo e insumos de seguridad que podrían provenir no solo del Ministerio de Seguridad, si no que también de la alianza con el Ministerio de Agricultura, Secretaría de Ambiente, entre otros. Por ejemplo, se debería capacitar y subsidiar a los productores agropecuarios de la zona serrana de la provincia para que colaboren con la limpieza de los campos en las temporadas secas. Además, se les debería hacer entrega de cartillas de recomendaciones para poder llevar adelante otras prácticas y naturalmente el cumplimiento de estas medidas debería estar intensamente monitoreado por las autoridades. ¿Esto sucede? No.
Desde este año contamos con la ETAC (Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes) a nivel provincial. A pesar de que han sido MUY útiles para dar respuesta rápida a los incendios de este año, siguen siendo equipos de REACCIÓN. Seguimos ignorando al elefante en la habitación, nadie trabaja sobre la prevención de los incendios.
Echarle la culpa de todos los incendios a los “pirómanos” o a quienes tiran la colilla o dejan restos del fuego del asado prendido, es una forma de que los verdaderos responsables puedan desligarse de la responsabilidad por la falta de prevención y concientización en el tema.
“Por el cambio climático, se sabe que cada año los incendios serán más grandes y prolongados”, nos menciona Nicolás. En el último informe del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), se reafirma que la emisión humana de gases de efecto invernadero (GEIs) ha provocado un aumento sostenido de la temperatura global. Los GEIs provienen de distintas actividades por supuesto, entre ellas el cambio del uso del suelo (que le quita la capacidad natural de almacenamiento de GEIs) y los incendios simultáneos en todo el planeta.
El fuego es parte de procesos de limpieza propios de la naturaleza, pero el ser humano lo ha llevado a producir efectos altamente nocivos y desequilibrantes en los ecosistemas. Creemos que hay muchas consecuencias negativas, aunque para facilitar la brevedad de esta nota le pedimos al biólogo del equipo, Fabricio Aguirre, que nos explique las más relevantes:
Los ecosistemas de Córdoba están adaptados a los incendios y les puede beneficiar en cierta medida, pudiendo recuperarse adecuadamente en diferentes tiempos según cada ecosistema. Sin embargo, la frecuencia e intensidad de los incendios antropogénicos hace que los ecosistemas no puedan recuperarse correctamente en muchos casos.
Desde EcoLink nos preguntamos cotidianamente cómo hacer un aporte al lado verde de la balanza. Los incendios van a seguir ocurriendo si no tomamos las riendas que nos corresponden para prevenirlos.
Una de las cosas es exigir a los gobiernos la transparencia de las políticas públicas ambientales y su eficiencia al aplicarlas. Para esto es importante votar a personas que comprendan cabalmente la situación ambiental y que tengan un compromiso honesto con tomar decisiones sustentables a largo plazo.
Pedir información a los entes gubernamentales encargados de la difusión y la transparencia de estos asuntos es importante también. La búsqueda de información es una actitud constante de los pueblos que saben que tienen su soberanía en sus manos.
Por otro lado, tomar acción desde el lugar de cada uno en la comunidad: como estudiantes, profesionales, miembros de equipos de trabajo, voluntarios. Por ejemplo, elegir dónde vivir suele estar en nuestras manos, podemos tomar la decisión de no seguir incentivando el loteo descontrolado en Sierras Chicas.
Siempre que veas un incendio o columna de humo LLAMÁ al 0800-888-38346 (FUEGO). Al final del día, tenemos un solo ambiente y todos -absolutamente todos- necesitamos del equilibrio de la naturaleza para vivir.